Increíbles carteles de época junto al mar

Demos un paso atrás en el tiempo y celebremos nuestra historia local con unos preciosos carteles de época junto al mar. 

Las ciudades costeras siempre se han considerado un entorno recreativo; según los historiadores, esto se remonta a la época romana, cuando los miembros más ricos de la sociedad que vivían en Colchester visitaban la isla de Mersea para irse de vacaciones. El desarrollo de la playa como lugar de ocio a mediados del siglo XIX allanó el camino para lo que más tarde se convertiría en una industria turística mundial; los primeros verdaderos balnearios se abrieron un poco antes y estaban dirigidos a la aristocracia, que empezó a frecuentar la costa, así como las entonces de moda ciudades balneario, en busca de recreo y salud.

En 1871, el Gobierno británico promulgó la ley de días festivos, durante todo el año había vacaciones oficiales que permitían a la gente ausentarse de su trabajo. Mientras que las familias más adineradas solían quedarse una semana en verano, las grandes mejoras introducidas en el sistema ferroviario unos treinta años antes permitían a las clases trabajadoras hacer excursiones de un día para disfrutar de un saludable aire fresco en las ciudades costeras. Esta gran afluencia de visitantes llevó a los empresarios a construir alojamientos y nuevas atracciones para sacar provecho e impulsar el crecimiento económico de las ciudades costeras.

Por supuesto, con el fin de dar a conocer el aire fresco y el descanso ahora fácilmente disponibles que aconsejaba el gobierno, se hicieron muchos carteles para anunciar las ciudades costeras. Southend-on-Sea, por ejemplo, era la única localidad costera anunciada en el metro. Los trenes eléctricos llevaban a los veraneantes hasta Barking, donde las locomotoras de vapor tomaban el relevo durante el resto del trayecto. Entre 1910 y 1939, Southend-on-Sea y Shoeburyness formaron parte de la District Line. En una vuelta a la tendencia vintage, muchos han copiado estos anuncios clásicos; los originales se consideran ahora objetos de coleccionista.

El año pasado, por estas mismas fechas, se subastaron en Nueva York casi 200 carteles antiguos de viajes de todo el mundo, con pujas que superaron los 1.500.000 euros. Los subastadores recordaron a los posibles compradores una época en la que las vacaciones eran para los ricos, los trenes de vapor eran la norma y los aviones comerciales tenían hélices. Las estaciones balnearias británicas ocupaban un lugar destacado en la subasta, así como las rutas de tren, y muchos de los carteles se colocaron en estaciones de ferrocarril de todo el Reino Unido entre los años 1920 y 1940.

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