Para los entendidos, DPI o "puntos por pulgada" es uno de los conceptos más sencillos del diseño. Sin embargo, para los que acaban de empezar en el mundo del diseño, puede resultar un poco confuso. Aquí tienes un breve resumen para facilitarte las cosas.
Para dejar las cosas claras desde el principio, abrir una imagen en Photoshop y ajustar la resolución a 300 ppp no mejorará la calidad de la imagen. En términos generales, cuanto mayor sea el PPP de una imagen, más información habrá. Esto significa que hay más detalle capturado y la imagen aparecerá mucho más clara que una imagen en una resolución más baja. Antiguo diseñador gráfico y periodista especializado en tecnología, Christopher Phin lo explica perfectamente.
"Si construyes una foto en la pared con azulejos de colores de dos centímetros cuadrados cada uno, la imagen tendrá una resolución de 1 ppp, y tendrás que alejarte bastante para que se vea lisa y coherente. En cambio, si se utilizaran azulejos de media pulgada de lado, se obtendría una imagen de 2 dpi, a la que no habría que alejarse tanto para que dejara de parecer cuadrada".
A menudo se olvida el problema de que el tamaño de la imagen viene determinado por el tamaño del píxel. Por ejemplo, si tienes una imagen configurada como tamaño A4 en 72 ppp y luego la modificas a 300 ppp, la imagen reducirá mucho su tamaño. Los dos elementos de la imagen, el número de puntos por pulgada y el tamaño total, dependen totalmente el uno del otro. Si se imagina que una imagen se dibuja con un tamaño determinado, al aumentar los ppp se incrementa el número de puntos por pulgada, por lo que la imagen debe hacerse más pequeña, ya que hay más puntos que caben en cada pulgada. El número total de píxeles del original es finito y no cambiará.
Mientras que una imagen a 72 ppp es totalmente válida para su uso en la web, para obtener la mejor calidad de sus productos impresos es aconsejable diseñar a 300 ppp (sin olvidar el color CMYK).